¿Cuál es esta guerra? ¿Es algo nuevo? ¿Cómo podemos lucharla?
Para tener éxito y cumplir sus objetivos, las empresas requieren cada vez más de profesionales bien capacitados y/o con muy buenas habilidades y capacidades. Debido a que la demanda por el mejor talento es tan grande, mayor que la oferta, se ha desatado una verdadera “guerra por el talento” entre las organizaciones. Las empresas necesitan desesperadamente incorporar a los mejores y para ello harán todo lo que sea necesario para lograrlo, incluyendo intentar “robarse” a los talentos de sus competidores, ofreciendo impresionantes beneficios. Esto muchas veces lleva a que se de un “carrusel” donde el mismo profesional va saltando de una empresa a otra con ofertas cada vez mejores, incluso a veces volviendo a la primera, pero por un sueldo mucho mayor al que tenía al irse.
Las empresas u organización buscan atraer a esas personas mejor capacitadas para trabajar en ella, pero no implica solo lograr que trabajen con ellos, si no mantenerlos, motivarlos, lograr un sentido de fidelidad y de alineación con los objetivos de la empresa que cada vez es más difícil de lograr. Existen varias formas en donde pueden los negocios “adquirir” estos talentos, ya sea creándolos y cultivándolos ellos mismos a lo largo del tiempo, en bolsas de empleo o incluso robándoselos a negocios similares al ofrecerles mejores incentivos, todo es válido.
Estos incentivos se han diversificado con respecto a los que eran ofrecidos años atrás, que básicamente se limitaban a los montos de los salarios, hoy pueden observarse en mayores días de vacaciones, facilidades de comidas y bebidas, inscripciones en gimnasios, apoyo médico, acceso a cursos de idiomas, capacitaciones laborales, ambientes de oficina Pet Friendly (donde las mascotas son aceptadas), horarios flexibles y posibilidades de trabajar de forma remota, entre muchos otros. Todo esto enfocado en un mejor balance entre la vida laboral y personal, aumentando de esta forma el atractivo de las empresas para sus talentos que ahora buscan mucho más que solo un buen sueldo.
Esto no es nada nuevo, se ha hablado en numerosos ensayos, entrevistas, conferencias y libros sobre este tema, uno de los más destacados es el libro “The war for talent” de Ed Michaels, Helen Handfield-Jones y Beth Axelrod del año 2001, donde podemos evidenciar que desde hace ya más de 20 años que se habla de este tema y aunque algunas de sus bases puedan haber cambiado o evolucionado con el pasar de los años, es claro que los temas centrales se mantienen como el eje central de esta obra que habla sobre la gestión de talento que es una tarea conjunta de Recursos Humanos y de la Alta Dirección, inquebrantablemente, ya que la mayoría de los problemas vienen cuando se le deja esta importante labor únicamente al departamento de Recursos Humanos.
El talento humano es uno de los pilares fundamentales de cualquier negocio y a su vez uno de los bienes más escasos. Por esto, cada vez más podemos observar que las prioridades de las empresas se están adecuando a satisfacer las necesidades de su talento de forma de retenerlos y no al contrario, como era la norma décadas atrás. Esto podemos observarlo en el personal de todos los niveles, no solo en los altos cargos, desde los puestos gerenciales hasta los operativos de la organización.
Existen muchas razones por las cuales el verdadero talento es escaso, pero debemos entenderlas para poder crear estrategias para combatirlas y manejarlas lo mejor posible. Algunas de las más relevantes son:
Diferencias generacionales:
Los valores, aspiraciones y objetivos de vida han cambiado en gran medida en los últimos 50 e incluso 30 años. El aumento de las tecnologías han abierto nuevos campos de trabajo que no existían antes y estos han hecho que las prioridades de las nuevas generaciones cambien, al ya no estar tan dispuestas a pasar por años de estudios, entrenamientos, pasantías, puestos de trabajo con bajos sueldos con la esperanza de ser recompensados con ascensos y pensiones a largo plazo, cuando sus opciones se han abierto y diversificado. Aquellos con mayor nivel de talento se encuentran en gran porcentaje insatisfechos por las condiciones de los puestos de trabajo tradicionales y buscando opciones de auto emplearse para independizarse o incluso de emprender, buscando mejores condiciones personales y familiares, muchas veces incluso sacrificando parte de sus ingresos.
Aumento de los puestos de trabajo:
Ha habido un incremento significativo en la necesidad de talento por parte de las empresas y la oferta de estos, no solo no ha aumentado, si no que en muchos casos ha disminuido. Creando una mayor demanda de estos tan apreciados bienes, por su escasez.
Empleadores poco atractivos:
Una vez que el negocio ha captado el talento necesita mantenerlo y es allí donde entra la importancia de un trabajo en conjunto entre Recursos Humanos, para captar el talento y la Alta Dirección para retenerlos. Cuando los líderes de una organización están más enfocados en las metas a corto plazo, en ganancias fáciles y rápidas, muchas veces logran estas a expensas de sus empleados, de su talento e incluso estas pueden llegar a afectar también a sus clientes y, al final incluso, a sus inversionistas. En estos ambientes, donde el talento se siente usado e incluso explotado no se pueden crear lazos de confianza y mucho menos de fidelidad hacia el negocio.
Comprendiendo estas razones podemos tener una visión más global de la situación y de cómo enfrentarla. Una de las formas que mejor han encontrado las mayores empresas es construyendo su propio talento, entendiendo y atendiendo al personal que ya tienen, ayudándolos a crecer, apoyándolos cuando lo necesiten, incentivándolos y sirviendo de inspiración para su crecimiento tanto personal como profesional, porque en el mundo de hoy estos no pueden separarse.
Las organizaciones deben conocer las fortalezas y debilidades de sus empleados, todas las personas son distintas, todas tienen un gran potencial para aportar, si este potencial es canalizado y apoyado correctamente la evolución puede ser enorme. Ayudar a crecer a los empleados en sus carreras profesionales es ayudar a crecer a la empresa al mediano y largo plazo. Las personas quieren sentirse seguras y estimadas. Recursos Humanos no se puede encargar de todo, la administración y en general los líderes de la organización todos son partes indispensables.
Mejorar la marca de empleador es otra excelente forma de atraer talento, un ambiente laboral de crecimiento, cooperación, respeto y en general, saludable, es uno de los mayores atractivos para aquellas personas que están buscando formar parte de un nuevo equipo.
Estamos en la era donde el ambiente laboral crece y se nutre con relaciones de mutua cooperación, crecimiento, confianza y respeto, donde encontramos estas relaciones simbióticas es donde encontramos los mayores lazos de lealtad y es donde encontramos el mayor crecimiento de una organización y de sus talentos.
Por último, para ganar la guerra por el talento se necesitan muchas cosas, y una de ellas es poder justamente identificar al mejor talento. Es aquí donde una herramienta como Evalart puede ayudar a identificar a los mejores postulantes utilizando pruebas en línea y así tener claro que estamos efectivamente peleando por aquellos profesionales que marcarán la diferencia en la organización.